Hacía tiempo que a no escribía y me senté frente el ordenador mirando el teclado absorta. No sabia de que podía hablar su cuento, ni de que estilo lo redactaría, tan siquiera si el protagonista sería hombre, mujer o perro. Sólo quería escribir por que me recordaba a cuando era pequeña y me inventaba histórias que solo me pertenecían a mi. Yo las veía bellezas perfectas, aunque eso no se lo diría nunca a nadie, puesto que la arrogancia es un pecado muy mal visto en estos tiempos en el que cualquiera puede ser altruista. Pero yo me sentía orgullosa de ellos. Me agradaba ganar esos premios que del colegio dónde te premiaban con algún casposo libro: me gustaba ganar por que era buena escribiendo y me gustabna el premio (hasta me gustaba el rimbonbante papelito firmado conforme a ello, cuando lo había). Pero como ya he dicho, la arrogancia está muy mal vista... daba igual que sólo la escritura fuera la que me proporcionaba cierta seguridad en mi misma, lamentablemente (ahora sé que es lamentablemente) yo ya era demasiado madura cunado tenía unos doce años y me daba cuenta de estas cosas, así que callaba como una perra o decía: no creo que gane.... Mentira: lo sabía! Pero la gente busca a héroes inocentes...así que qué iba a hacer yo?


Centrándome en la história que les venía a contar, yo aparecí una tarde cualquiera frente al ordenador, casi como una nueva experiencia, ya que cuando solía escribir, siempre lo hacía de puño y letra, en contra de las nuevas tcnologías, pese a que mi pésima letra me tenía que hacer intuir el escrito final. Comencé varios cuentos de dos o tres lineas, borrados para siempre antes de que acabara las frases por que hasta una persona cómo yo se daría cuenta de que eran malos. Así pues, decidí escribir una história de la que espero no arrepentirme: una história en la que no planeé nada. Tenía dos opcoiones: perder la fe en mi misma y descubrir que mi talento para la escritura y mi creatividad se esfumaron con el fin de la adolescéncia, o vuelver a ser feliz por méritos propios. Que creen que pasó? "Los libros sólo son un reflejo de tu interior".




NOTA de la autora: a todo esto, es cierto que empecé un cuento.