La Aldea Del Sur <$BlogRSDUrl$>

domingo, março 28, 2004

Bueno, no tengo mucho que decir ni que contar... em... no me ha pasado nada emocionante estos dís, aparte de tener una voz de ultratumba (véase afonía) y tener a mi iaia aqui en casa (larga história).

Em, aparte de eso si que me gustaría contaros algunas cosas, como por ejemplo de que el sábado que viene tengo fiesta (FIESTA!!!) y que he intentado renovar Village tres veces y no se m guardan las cosas (ahora lo voy a volver a intentar).

Bueno, me parece justo contestaros a las pregunats de la encuesta (aún a risgo de que os importen un bledo:
Ni esto es el catalogo de Ikea, y si, la mayoría de cosas que cuento son ciertas.

Y os quiero contar una história que leí en un libro de Jorge Bucay (uau... yo y la semi-autoayuda... que misterio...), pero que en realidad es un cuento ruso tradicional:

El hombre que se creía muerto


Había una vez un hombre muy aprensivo respecto con sus enfermedades y su vida. Una vez le dijo a su mujer:
-Cariño, creo que estoy muerto.
A lo que ella contesto: -no, no lo estás, mira, tienes la frente, las manos y los pies tibios, eso significa que no estás muerto, si estubieras muerto estarían frios!-.
Al hombre le pareció razonable la respuesta y se tranquilizó.
Un día, el hombre, bien temprano, se fué a talar leña la bosque. Había nevado la noche anterior, y ese día hacía un frío tremendo. Se quitó los guantes y empezó a cortar leña con el hacha.
Sin pensarlo, se paso la mano por la frente para quitarse el sudor, notándola muy fría. Acordándose de lo que le había dcho su esposa, se quitó los zaptos y los calcetines y confirmó que también estaban helados. Entonces, "se dió cuenta" de que estaba muerto.
-No es bueno andar por aquí cortando leña estando muerto- se dijo. Y dejó el hacha junto a su mula y se tendió en el suelo helado.
A cabo de un rato, apareció una jauría de perros se acrecó a las alforjas donde tenía las provisiones. Al ver que nada pasaba, devoraron todo su contenido. El hombre pensó "suerte tengo de estar muerto, si no, yo mismo las echaba a patadas".
La jauría siguió husmeando y descubrió la mula atada en el árbol, una fácil presa. Pero el hombre pensó "suerte tienen de que esté muerto,... Pobre mula, me hubiera gustado defenderla.
La jauría, insaciable, siguió pululando por el lugar. No pasói mucho tiempo hasta que se dieron cuenta del hombre. Se acercron lentamente, pues los hombres son peligrosos.
"Ahora me van a comer - pensó el hombre-. Si nó estuviera muerto, otra sería la história..."
Los perros se acrecaron...
...y viendo su inmovilidad...
...se lo comieron."



Bueno, y está es la história, resumida. Bonita, eh? Pues hora o toca pensar.

Besicos!


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